LAS TRES CUALIDADES PARA UNA DEFENSA AGRESIVA EFICIENTE
Las defensas agresivas tienen éxito por muchas razones, pero cada una comparte tres cualidades importantes que alimentan y nutren nuestra agresividad, y como consecuencia su éxito. Hay cualidades que usted puede inculcarse a sí mismo como integrante en una quinta parte en la formación defensiva. Si sus compañeros de equipo pueden hacer lo mismo, entonces el equipo está en el camino de la grandeza
defensiva.
1) El equipo defensivo agresivo luce una buena forma física: todos en el equipo pueden jugar a pleno rendimiento durante el partido completo. La superior forma física no es fruto de la casualidad. Requiere un programa de preparación física cuidadosamente planeado y un compromiso, contraído por cada jugador, de hacerse físicamente apto.
2) Tanto el entrenador como sus jugadores deben ser fuertes en defensa. El entrenador debe explicar claramente a sus jugadores los méritos de la defensa que él desea que se juegue, y los jugadores deben formar una piña como un solo hombre ¡y poseer el orgullo de defender sus colores para conseguir que la defensa funcione!
3) Como individuo, cada jugador debe ser aplicado, leal e incansable trabajador. Si alguna vez ha de jugar una defensa de calidad, debe ser un autentico antagonista que constantemente se esfuerce en superar al contrario, acosándole, maniobrándolo a su antojo, venciéndole por astucia y en las triquiñuelas del juego. El defensor agresivo es como un resorte tirante pronto a dispararse después de un pase malogrado o de un balón robado, para interceptar a un hombre desmarcado, detener a un hábil driblador, o de cualquier manera efectuar, sin faltar al reglamento, todo lo que esté a su alcance para impedir la penetración ofensiva. Por añadidura, el defensor completo sabe explotar los puntos débiles de su oponente.
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